9.4.07

La Órden del Toisón y Loja


He insertado dos cartas que creo ayudaran a la comprensión de este nuevo articulo:La Órden del Toisón de Oro.
La primera la escribe Don Juan, conde de Barcelona y va dirigida a Franco; la segunda es la contestación de éste.

A S.E. el Generalísimo Don Francisco Franco, Jefe del Estado Madrid Mi querido General: 12 Al cumplirse los 25 años del acceso de Vuestra Excelencia al Poder tengo verdadera satisfacción en hacerle llegar mis más sinceros votos por su salud, dichosamente conservada en medio de tantas preocupaciones y trabajos patrióticos, y por su felicidad personal en unión de su familia. Cuantas consideraciones de índole política pudiese yo añadir en esta ocasión quedaron ampliamente expresada en la última carta que con motivo del 25 aniversario del Alzamiento tuve el gusto de escribir a V.E. Le supongo enterado por el representante de España en Atenas de lo felizmente que se desarrollan los acontecimientos relacionados con el anuncio de la boda del Príncipe de Asturias. Tengo la certeza de que este matrimonio, que ha sido acogido con expresiva cordialidad por todas las Cortes europeas y las Cancillerías del mundo occidental, será un servicio a nuestra Patria, beneficiando al creciente prestigio internacional de la España de hoy y asegurando para el futuro la continuidad de la Dinastía, que era asunto que me preocupaba hondamente desde la desgraciada muerte de mi hijo el Infante Don Alfonso (q.e.p.d.) Quiero ahora hablar a V.E., muy confidencialmente, de un asunto que por referirse a nuestras relaciones personales considero de verdadera importancia. Cuando, por decisión propia, el Duque de la Torre cesó en el cargo de Preceptor del Príncipe de Asturias, algunas personas me propusieron que, como expresión de mi estimación y gratitud por los servicios prestados, le concediese el Toisón de Oro. Entonces contesté que, sin entrar a discutir los merecimientos del Duque de la Torre, yo no podía acceder a esta propuesta porque tenía firmemente decidido que el primer español a quien yo otorgaría el Toisón habría de ser al Generalísimo Franco. Desde que se divulgó este propósito mío he recibido ya en varias ocasiones la indicación de que debería conceder el Toisón a V.E. y ahora deseo explicarle con toda sinceridad por qué no he aceptado esas sugestiones. Siendo este honor la única cosa digna de su persona que las circunstancias me permiten ofrecer a V.E., no he querido, en modo alguno, que nadie suplantase mi libre iniciativa, con criterios personales cuya buena fe no discuto, pero que pueden estar inspirados en la preocupación de aparentar servicios a uno y a otro. Precisamente por ser este honor -como ya he dicho- el único que hoy en día está en mi mano ofrecer a V.E., yo deseo que si V.E. se digna aceptarlo tenga un carácter más personal que político, siendo la expresión del reconocimiento por parte de la Dinastía de los altos servicios prestados por V.E. a España a lo largo de toda su vida de soldado y de hombre público. Desearía que en este homenaje se acumulen los merecimientos de sus campañas de Africa durante el reinado de mi Padre, que le expresó su amistad apadrinándole en su boda; los del General victorioso en una guerra que más que civil lo fue contra el comunismo internacional, y, finalmente, la gratitud al gobernante que en medio de las necesidades de la táctica política para lograr la permanencia del Poder y luchando con la falta de visión de quienes sólo se preocupan de la perduración de situaciones personales, ha sabido permanecer insobornablemente fiel a los ideales monárquicos de toda su vida marcando con firmeza, en este sentido, la ruta del futuro inmediato de España. El acontecimiento familiar de la boda del Príncipe de Asturias, que yo desearía se matizase prudentemente con características nacionales, me parece ser la oportunidad que yo aguardaba para la realización de este espontáneo deseo mío, y espero que si V.E. encuentra acertado cuanto le expreso en la presente carta, tendremos oportunidad, cuando llegue el momento, de ponernos de acuerdo para que todo se haga de la manera más conveniente y provechosa al servicio de España. 13 Con saludos para su familia, reciba un cordial abrazo de su afmo. Juan Estoril, 27 de septiembre de 1961.

La contestación de Franco decía: Palacio de El Pardo, 31 de octubre de 1961 A S.A.R. Don Juan de Borbón. Mi querido Infante: Oportunamente recibí su carta de 27 de septiembre con motivo del XXV aniversario de mi elevación a la Jefatura del Estado, y mucho le agradezco su felicitación y recuerdo en esta fecha para mi tan señalada. Si con este motivo se ha exteriorizado la gratitud del pueblo por los servicios que le he podido prestar, ha sido paralela la mía por la asistencia y la confianza que aquél me ha venido ofreciendo en estos veinticinco años, que son muestra de su nobleza y grandes virtudes, y que destruye la leyenda de que nuestra Nación sea un pueblo ingobernable cuando se pone todo el celo y el interés en servirle… …En cuanto al otro asunto que confidencialmente me exponéis en relación a vuestros proyectos sobre el Toisón, yo agradezco en su valor la estimación que hacéis de mis servicios a la Nación y a la causa de la Monarquía, al querer honrarme con tan preciado galardón, que por distintas razones estimo no es conveniente y no podría aceptar. En este orden creo debierais pedir información histórica sobre la materia. Respecto al Duque de la Torre, mucho me alegra el aprecio que hacéis de sus servicios al lado del Príncipe D. Juan Carlos, y desearía que mi resolución no altere lo que en cuanto a él encontréis más acertado, dentro de lo que estiméis vuestra potestad. De todas maneras, y por si tuvieseis otra idea, quiero poner a vuestra disposición mi firma para que, a indicación vuestra, pudiera serle concedido en su caso cualesquiera de los Collares de las Ordenes españolas existentes en la Nación. Con mis saludos para su familia, reciba la expresión de afecto de su amigo, que le abraza, FRANCISCO FRANCO.

La Orden del Toisón de Oro fue creada por el Duque de Borgoña, Felipe III el Bueno, en 1.430 y llega a España a través de Felipe I el Hermoso. Al ser una órden tiene caracter nominativo ya que es una invitación para pertenecer a un grupo selecto de personas; por tanto no se concede a instituciones, ni pueblos.La intención de Don Juan era clara: pretendia al otorgarsela a Franco que éste reconociese de alguna forma sus derechos sucesorios.Era lo máximo que podía entregarle a la par que le acercaba a Europa por ser poseedores de la Órden grandes personalidades de la época. En la actualidad las ortorga el Rey Juan Carlos I y existe el debate de si el Presidente del Gobierno debe de ratificarlas.Bien, hasta aqui, parte de la historia, contada someramente y que me sirve para preguntarme porqué el escudo de LOJA lleva como ornamento externo la citada Órden del Toisón de Oro (BOJA nº140 de 25-7-2005).

¿Es nuestro pueblo más Papista que el Papa?.¿Acaso, ahora nos han dado las fiebres de la cristiandad?.¿Loja vuelve al boato y los oropeles?¿Ha soñado mi alcalde con un retrato portandola en sus hombros para colgarlo en el salón de plenos?.

Realmente ignoro esa seducción que ha ejercido la Órden sobre nuestro escudo; sólo se me ocurre que haya sido el general Nárvaez, bien desde su Casa o desde su Mausoleo, quién haya cedido sus derechos para que LOJA sea orgullo de la cristiandad y pueda blasonar el dibujo del collar tanto en su bandera como en sus armas.Es curiosa la vida, antes decian pestes del General y ahora añoran sus medallas.

Qué cosas. Vivir para ver "mon cheri".